Comparativa Motores 2T vs motores 4T
Y te dirás, ¿qué es eso de carga
parcial? Pues ni más ni menos que como circulas el 95 por ciento del tiempo,
cuando no aceleras a fondo o dejas el motor a ralentí, sino que simplemente
llevas el puño roscado de forma parcial. Si has tenido una moto “gorda” de dos
tiempos –incluidas las de campo– habrás comprobado que tienes que ir acelerando
y reteniendo, porque si mantienes el puño fijo la moto sigue acelerando.
Además de ser incómodo ir “a tirones” ni te cuento lo que eso significa en una
moto “gorda” de asfalto en una larga curva… ¿O acaso no te acuerdas cómo
tiraban por “las orejas” las viejas 500 2t a sus pilotos?
Si, como yo, has tenido la
fortuna de conducir una moto de carretera con motor de dos tiempos,
recordarás el engorro que es esto, sobre todo en carretera y más aún si ruedas
entre el tráfico. Recuerdo con cariño una Derbi 2002 –mi primera moto “de
verdad”– y la Ossa Yankee, pero te aseguro que, además de consumir gasolina a
espuertas, eran incomodísimas por este motivo.
En los pequeños scooter este
inconveniente no lo es tanto, porque casi siempre vas a tope y porque el
convertidor “disimula” bastante el problema. Tampoco este asunto es un grave
inconveniente, por razones obvias, en motos de campo… ¿o hace falta que te
lo explique? Si no lo entiendes es que no vas en moto de campo, así que te da
igual.
Los 2T contaminan mucho más
Salvo que aceptes pérdidas de
rendimiento “inaceptables”, siempre, pero siempre, se escapan gases
frescos por el escape. Esto, desde el punto de vista medioambiental, tiene dos
graves inconvenientes: uno, se queman mal a lo largo del escape produciendo más
gases nocivos (o gases más nocivos, como prefieras) y, dos, hacen imposible el
uso de catalizador del tipo, digamos, “convencional”.
Aunque marcas potentes económica
y tecnológicamente, como KTM, han realizado verdaderos milagros; conseguir
pasar las estrictas normas anticontaminación modernas acabará,
probablemente, con estas mecánicas. Y ha sido la disculpa para que todas las
marcas japonesas abandonasen los 2t casi a la vez.
Las 2T gastan más que las 4T
Gastan más a igualdad de
potencia, no de cilindrada. Es difícil dar una cifra, pero en motos
directamente comparables, como por ejemplo una Enduro 300 2T frente a una 450
4T, esta diferencia puede ser de entre el 20 y el 30 por ciento.
Las 2T tienen menos
margen de uso
Un motor de 2 tiempos, a poco que
tenga cilindrada, difícilmente pasa de 8.000 o 9.000 rpm. Como este motor juega
con las inercias de los gases, empujando los gases frescos a los quemados y,
más tarde, succionando los quemados a los frescos, todo esto deja de funcionar
correctamente cuando el motor gira muy deprisa.
Los motores de 4 tiempos, con sus
válvulas que abren y cierran cuando quieres, tanto como quieres, el tiempo que
quieres y, en muchos casos, con diagramas distintos según el régimen de giro,
pueden subir de vueltas mucho más.
De hecho muchas modernas
deportivas de 600 cc tienen su línea roja más allá de las 14.000 rpm. Un
régimen de giro que un pequeño 125 de 2T ni siquiera puede soñar.
A igualdad de cilindrada, los 2T son más potentes
Ahora vamos con las ventajas, o supuestas
ventajas de los 2T. Este argumento, el que a igualdad de cilindrada dan más
potencia, es tan recurrente por parte de los defensores del 2T como fácil de
desmontar: ¿Y eso es una ventaja? Pues no, haces un 4T más grande y a correr.
Lo es –más bien lo era– en competiciones en las que hay un límite de cilindrada
igual indistintamente del tipo del motor que lleves, lo cual sucede hoy día
exactamente en… haré memoria… sí, lo tengo claro, en NINGUNA competición digna
de interés.
O sea, que de ventaja, nada. Incluso
en Enduro, las clases tienen limites distintos de cilindrada para cada tipo de
motor. Y bastante incoherente, por cierto; Enduro 1: motos 2 tiempos hasta 125
cc y motos 4 tiempos hasta 250 cc; Enduro 2: motos 2 tiempos hasta 250 cc y 4
tiempos hasta 450 cc (¿Por qué no hasta 500?); Enduro 3: motos 2 tiempos de más
de 250 cc y 4 tiempos de más de 450 cc.
En el Campeonato del Mundo
de Velocidad, progresivamente, se cambió el reglamento para dar paso a las 4T,
porque antes el límite de cilindrada era el mismo para los dos tipos de motores…
y una vez que llegaron las 2T los motores de 4 tiempos desaparecieron de
escena.
Aquí abro un paréntesis largo,
pero que vale la pena: en 1975 la Yamaha 2T de Agostini venció el
Mundial frente a la MV Agusta 4T de Phill Read. 1974 fue la última victoria de
una 4T hasta la llegada en 2002 de MotoGp, que abría las puertas a los motores
de 4T hasta 990 cc. Pero sí existió una 500 de 4 tiempos moderna que pretendía
plantar cara a las 2T con su misma cilindrada: la Honda NR500, más
conocida por “never ready” porque nunca estaba lista y cuando lo estuvo, fue un
fiasco. Se trataba de una idea del sucesor de Soichiro Honda, Kiyoshi
Kawashima, que casi le cuesta el puesto. A todos los inconvenientes comentados
–básicamente, falta de potencia– se unía el hecho de que entonces la salida se
hacia empujando y arrancar un 4T de 500 cc y altísima compresión a empujón, era
una tarea casi imposible. Además, los ingenieros japoneses, en un alarde de
“valentía”, aprovecharon para incorporar a esa moto gran cantidad de novedades
más, como el chasis autoportante, en el que el propio carenado era el chasis,
los radiadores laterales, llanta delantera de 16 en vez de 18 pulgadas, eje de
salida de la cadena y del basculante concéntricos y algunas otras lindezas. Era
difícil saber lo que funcionaba y lo que no. Bueno, en realidad no funcionaba
casi nada. Tras dos años de amargar la vida a Grant y Katayama, su pilotos,
Honda decidió pasarse a los 2 tiempos.
Los motores de 2 tiempos son más simples…
Y por tanto más baratos de
fabricar y menos costosos de mantener. “Touché”. En lo concerniente al coste de
fabricación, esta afirmación es rigurosamente cierta. No lo es tanto en cuanto
al mantenimiento. Salvo que hagas motocross y te dediques a acelerar a fondo
con la rueda en el aire –y por tanto a “pasar de vueltas” el motor- o en
carretera/circuito hagas reducciones “imposibles”, de nuevo, pasando de vueltas
el motor– un 4T es eterno a poco que lo cuides mínimamente. Un 2T requiere
cambiar la fibra del escape a menudo, quitar carbonilla de vez en cuando,
sustituir aros, pistón y rodamiento con relativa frecuencia y, llegado el caso,
hacer motor… lo que resulta mucho más económico que en un 4 tiempo. Lo que
sucede es que, en un 4 tiempo, probablemente, nunca tengas que hacer nada de
esto.
Un 2 tiempos es más ligero
Sí. Es verdad. Y, especialmente
en motos de campo –sobre todo de trial– esta ventaja ha sido importante y casi
definitiva. Pero, al mismo tiempo, las diferencias se estrechan. Si tienes
oportunidad, observa el tamaño de un motor de 2T de 250 cc –es fácil
encontrarlo en motos de campo– y uno de 350 o 400 de 4T. Te sorprenderá la
poca diferencia de tamaño. El 2T es más panzudo –en su cárter se produce una
precompresión- y el 4T más cabezudo, pues ahí están todas las válvulas y
árboles de levas que un 2T no tiene. Sí, siguen pesando más, pero la diferencia
es cada vez menor.
Un 2 tiempos no “quiere” calarse
Esta ventaja es muy “de campo” y
se nota especialmente en las motos de trial, donde todavía hoy, pese a la
insistencia de Montesa-Honda, reinan los 2 tiempos. Cuando abordas una zona
complicada a bajas vueltas un motor de 2T ofrece un empuje más “elástico” pues,
recordemos, da una explosión cada vuelta del cigüeñal. Y si finalmente se cala,
lo hace poco a poco. Un 4T se “clava”, pues cuando el motor no puede más, si va
a bajas vueltas, al llegar al tiempo de compresión parece que se gripa.
Recuerdo que un una 530 4T de enduro en una circunstancia así, casi me hace dar
una vuelta de campana sobre el manillar.
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